Los extintores son la primera línea de defensa contra incendios. Sin embargo, muchas veces se instalan y se olvidan, perdiendo su efectividad con el tiempo. Tenerlos recargados no es solo una recomendación, es una necesidad legal y una responsabilidad de seguridad.

✅ 1. Un extintor sin carga es un riesgo oculto

Cuando ocurre un incendio, cada segundo cuenta. Si el extintor está descargado, oxidado o vencido, podrías perder la oportunidad de controlar el fuego antes de que se propague. Esto puede significar pérdidas materiales, lesiones e incluso vidas humanas.

✅ 2. Cumples con las normativas legales

Las normas de seguridad industrial y laboral exigen la revisión y recarga periódica de los extintores. No cumplir con esto puede acarrear multas, clausuras o responsabilidad legal en caso de siniestros.

✅ 3. Proteges tu patrimonio y a los que te rodean

Un extintor cargado y funcional puede marcar la diferencia entre un susto y una tragedia. En oficinas, comercios, industrias e incluso en el hogar, tener los extintores recargados transmite confianza y protección.

📅 ¿Cada cuánto tiempo debo recargar un extintor?

• Una vez al año como mínimo (según normativa local).

• Después de cada uso, aunque haya sido parcial.

• Si presenta daños, fugas o pérdida de presión.

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