El agua es un recurso esencial para la vida, y garantizar su calidad es fundamental para proteger la salud de las familias y comunidades. Sin embargo, muchos desconocen los riesgos que implica el descuido en la limpieza de
cisternas y tanques de almacenamiento de agua. En este artículo, te explicamos por qué es crucial realizar esta limpieza
al menos dos veces al año, los peligros de no hacerlo y cómo mantener el agua en óptimas condiciones.
¿Por Qué es Importante la Limpieza de Cisternas y Tanques?
Con el tiempo, los depósitos de agua acumulan sedimentos, bacterias, algas e incluso microorganismos perjudiciales para la salud. Una limpieza periódica ayuda a:
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Prevenir enfermedades como gastroenteritis, cólera o infecciones por bacterias como
E. coli y
Legionella.
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Evitar la contaminación por residuos, hojas, insectos o animales muertos.
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Mantener el buen sabor y olor del agua, libre de impurezas.
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Prolongar la vida útil de los tanques y sistemas de distribución de agua.
Riesgos de No Limpiar los Depósitos de Agua
Si no se realiza una
limpieza profesional de cisternas y tanques, pueden presentarse problemas graves como:
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Enfermedades gastrointestinales debido a bacterias y parásitos.
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Obstrucción de tuberías por sedimentos acumulados.
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Corrosión y daños estructurales en los tanques.
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Mal olor y sabor desagradable en el agua.
¿Cada Cuánto se Debe Limpiar una Cisterna o Tanque?
Los expertos recomiendan realizar una
limpieza y desinfección completa al menos dos veces al año. Sin embargo, en zonas con alta presencia de polvo, sedimentos o altas temperaturas, podría necesitarse con mayor frecuencia.
Pasos para una Correcta Limpieza:
- Vaciar el tanque por completo.
- Retirar sedimentos y residuos con cepillos y herramientas adecuadas.
- Lavar con agua y jabón neutro, evitando productos químicos agresivos.
- Desinfectar con cloro (en la proporción correcta).
- Enjuagar perfectamente para eliminar cualquier residuo.
- Llenar nuevamente con agua potable.